Hoy siento que te pierdo, siento que me pierdes. Soy tan solo una niña desorientada en un lugar que no conoce, donde su única guia se ha perdido dentro de ella. Si vuelves a buscarme, que sea pronto, porque esa niña, con las rodillas raspadas de tanto caer, ya no aguanta más.
Grito tratando de que me encuentres, pero mi voz no la oyes. Avanzo y entre la niebla veo siluetas perdidas que no se encuentran, que no _te_ encuentran. ¿Acaso no solo a mí me has perdido? Suplican por tu encuentro y solo puedo consolarlas diciendo que volverás, aunque se que no es así. ¿Debo enseñarles a soltarte cuando aún no sé hacerlo?
Hasta en el espejo, en mi reflejo, te veo. Si rompo el cristal, ¿cuál es mi reflejo?

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Gracias por leer.